Nuestros antepasados se apiñaban en pequeñas comunidades aisladas, con los rostros iluminados por vacilantes hogueras.
Las pruebas de hogueras controladas para cocinar y calentarse datan de hace unos 700.000 años, pero miles de años antes, el Homo erectus había empezado a vivir en pequeños grupos sociales.
En este punto, podemos observar cambios en el tracto vocal, que indican formas primitivas de comunicación.
Fue entonces cuando los primeros humanos empezaron a traducir y compartir sus estados internos, construyendo esencialmente una visión primitiva del mundo en la que alguien, y algo, existía más allá del yo.
Las primeras formas de comunicación y vinculación social provocaron una cascada de cambios que impulsaron la evolución humana, culminando en la formación y el dominio de los humanos modernos, Homo sapiens.
Poco sabían los primeros homínidos que el fuego en torno al que se reunían no era más que un pálido reflejo del fuego que ardía en su interior: el fuego de la conciencia que les iluminaba en el camino hacia la humanidad.
Y poco se imaginaban que, incontables generaciones después, sus descendientes se encontrarían reunidos en torno a otro tipo de fuego: el resplandor brillante y eléctrico de sus pantallas.
Las raíces primigenias del pensamiento humano
Para comprender la naturaleza de esta mente primitiva, debemos recurrir al trabajo de psicólogos y antropólogos evolucionistas que han tratado de reconstruir el mundo cognitivo de nuestros lejanos antepasados.
Una de las ideas clave de la psicología evolutiva moderna es que la mente humana no es una pizarra en blanco, sino un conjunto de módulos cognitivos especializados moldeados por la selección natural para resolver problemas adaptativos específicos.
Esto no es exclusivo de los humanos. Las primeras investigaciones de Darwin observaron que los pinzones de las Galápagos, por ejemplo, compartían picos altamente especializados que les permitían ocupar diferentes nichos ecológicos.
Estas herramientas variadas se correlacionan con comportamientos diversos. Un pinzón puede romper nueces con su pico grande y ancho, mientras que otro puede arrancar bayas de un arbusto con su pico afilado.
Como psicólogo Leda Cosmides y sus colegasSegún las teorías de la "psicología evolutiva", entre las que se encuentra Steven Pinker, los módulos cerebrales funcionaron en su día de forma muy independiente unos de otros, procesando cada uno información específica de un ámbito.
En el contexto de la historia primitiva, esta arquitectura modular habría sido altamente adaptativa.
En un mundo en el que la supervivencia dependía de detectar y responder con rapidez a las amenazas y oportunidades, una mente compuesta por módulos específicos de un dominio habría sido más eficiente que un cerebro de propósito general.
Nuestros lejanos antepasados habitaron este mundo. Era un mundo de sensaciones inmediatas, principalmente desconectadas por una narrativa global o un sentido del yo.
Sin embargo, en el transcurso de miles de años, los cerebros de los homínidos se interconectaron más ampliamente, lo que permitió el uso de herramientas, el protolenguaje, el lenguaje y la interacción social.
Las pruebas arqueológicas sugieren que no fue hasta hace unos 20.000 años cuando los humanos empezaron a "asentarse" y a participar en prácticas sociales y culturales complejas.
Hoy sabemos que las distintas estructuras del cerebro están muy integradas desde el nacimiento. estudios fMRI, como Raichle et al. (2001)muestran que la información se comparte continuamente entre varias partes del cerebro en reposo.
Aunque nosotros lo damos por sentado y probablemente no podamos imaginar otra cosa, no era así para nuestros antiguos antepasados.
Por ejemplo, La investigación de Holloway (1996) sobre los cerebros de los primeros homínidos indica que los cambios en la arquitectura cerebral a lo largo del tiempo favorecieron una mayor integración. Stout y Chaminade (2007) exploraron cómo las actividades de fabricación de herramientas se correlacionan con la integración neuronal, sugiriendo que la construcción de herramientas para diferentes propósitos puede haber impulsado el desarrollo de una capacidad neuronal más avanzada.
La necesidad de comunicación compleja y razonamiento abstracto aumentó a medida que los seres humanos pasaron de grupos reducidos en los que los individuos conocían íntimamente las experiencias de los demás a grupos más grandes que incluían a personas de distintas geografías, orígenes y apariencias.
El lenguaje fue quizá el catalizador más poderoso de la revolución cognitiva de la humanidad. Creó un significado compartido al codificar y transmitir ideas y experiencias complejas entre mentes y generaciones.
Además, confería una ventaja de supervivencia. Los humanos que podían comunicarse y trabajar eficazmente con otros obtenían ventajas.
And, gradualmente, los humanos empezaron a vocalizar y a comunicarse porque sí y no por un valor específico de adaptación o supervivencia.
Entramos en la era de las realidades hiperpersonalizadas
Los humanos tardaron millones de años en pasar de grupos aislados a sociedades más grandes e interconectadas.
Hoy en día, podríamos enfrentarnos a una extraña inversión de esta tendencia: un retorno a mundos más individualizados mediados por tecnologías de IA y RV.
En 2016, Mark Zuckerberg se paseó por un evento mientras los asistentes se ponían los auriculares Meta 2, y la imagen resultante se convirtió en una icónica presentación de los peligros de la RV para aislar a las personas en sus mundos personales.
¿es esta imagen una alegoría de nuestro futuro? el pueblo en una realidad virtual con nuestros líderes caminando a nuestro lado. pic.twitter.com/ntTaTN3SdR
- Nicolas Debock (@ndebock) 21 de febrero de 2016
Los cascos de realidad virtual actuales, liderados por el Apple Vision Propuede generar textos, imágenes y modelos 3D de gran realismo y adaptados al contexto para crear entornos, personajes y relatos inmersivos infinitamente personalizados.
Paralelamente, los recientes avances en computación periférica y procesamiento de IA en el dispositivo han permitido a los dispositivos de RV ejecutar sofisticados algoritmos de IA localmente sin depender de servidores basados en la nube.
Esto integra aplicaciones de IA en tiempo real y baja latencia en entornos de RV, como por ejemplo reconocimiento dinámico de objetosinterfaces de voz y seguimiento de gestos.
Ahora es posible crear mundos virtuales no sólo superficialmente adaptados a nuestros gustos, sino fundamentalmente moldeados por nuestras peculiaridades cognitivas e idiosincrasias.
Nos convertimos en no sólo consumidores de contenidos, sino participantes activos en nuestras propias realidades privadas.
¿Y qué hay de los impactos? ¿Se trata sólo de una novedad? ¿Se acabará la expectación cuando la gente se aburra de la RV como ocurrió hace unos años?
Aún no lo sabemos, pero no cabe duda de que las ventas de productos de RV se están acelerando. Y aunque el Vision Pro tiene defectos y sigue siendo prohibitivamente caro - en un fresco $3,499 - esto cambiará.
Aun así, afirmar que todo el mundo vivirá en la RV dentro de cinco, diez o incluso 25 años no es sensato. La RV ha tenido muchos momentos de exageración que se han disipado.
Meta es una prueba de ello. Según Bloomberg, invirtieron $50 mil millones en su proyecto Metaverse, que a la postre resultó en uno de sus mayores fracasos comerciales.
Sin embargo, el Apple Vision Pro tiene el potencial de triunfar donde Meta se quedó corta. La avanzada tecnología de Vision Pro, sus controles intuitivos y su perfecta integración con Appleabordan muchas deficiencias que obstaculizaban el proyecto de Meta.
Del iPhone al Apple Observa, Apple ha demostrado constantemente su capacidad para crear productos atractivos que resuenan entre los consumidores y obligan a una amplia adopción.
The timing of Appleen el mercado de la realidad virtual. La IA no solo favorece el rendimiento de la RV, sino que también ayuda a evocar un mundo futurista al que la RV pertenece de verdad.
Cada vez es más frecuente ver a personas en espacios públicos con auriculares, lo que simboliza el creciente impulso de esta tecnología.
El impacto de la RV en el cerebro
¿Y qué hay de las repercusiones de la RV? ¿Es sólo un tónico visual para los sentidos, o deberíamos anticipar impactos más profundos?
Hay muchas pruebas preliminares. Por ejemplo, un estudio de Madary y Metzinger (2016) argumentó que la RV podría provocar una "pérdida de perspectiva", afectando potencialmente al sentido de sí mismo del individuo y a sus procesos de toma de decisiones.
Una revisión sistemática de Spiegel (2018) examinó los posibles riesgos y efectos secundarios del uso de la RV. Los resultados sugieren que la exposición prolongada a entornos de RV podría provocar síntomas como fatiga visual, dolores de cabeza y náuseas, denominados colectivamente "ciberenfermedad.”
Entre las repercusiones más extrañas de la RV, un estudio de Yee y Bailenson (2007) exploró el concepto de "efecto Proteo", que se refiere al fenómeno por el cual el comportamiento de un individuo en un entorno virtual se ve influido por la apariencia de su avatar.
El estudio descubrió que los participantes a los que se asignaron avatares más altos mostraban un comportamiento más seguro y asertivo en interacciones virtuales posteriores, lo que demuestra el potencial de la RV para alterar el comportamiento y la autopercepción.
Seguramente veremos más investigaciones psicológicas y médicas sobre la exposición prolongada a la RV ahora que el Apple Vision Pro está fuera.
Los argumentos a favor de la RV
Aunque es importante reconocer y abordar los riesgos asociados a la RV, también es crucial reconocer las ventajas y oportunidades de esta tecnología.
Una de las aplicaciones más prometedoras de la RV es la educación. Los entornos virtuales inmersivos ofrecen a los estudiantes experiencias de aprendizaje interactivas, que les permiten explorar conceptos y fenómenos complejos de un modo que los métodos de enseñanza tradicionales no pueden reproducir.
Por ejemplo, un estudio de Parong y Mayer (2018) descubrió que los estudiantes que aprendían con una simulación de RV retenían y transferían mejor los conocimientos que los que aprendían con una simulación de escritorio o una presentación de diapositivas. Esto podría ser una salvación para algunas personas con dificultades de aprendizaje o problemas sensoriales.
La RV también tiene un enorme potencial en el ámbito de la atención sanitaria, sobre todo en las áreas de terapia y rehabilitación.
Por ejemplo, un metaanálisis de Fodor et al. (2018) examinó la eficacia de las intervenciones de RV para diversos trastornos de salud mental, incluidos los trastornos de ansiedad, las fobias y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Otro interesante estudio de Herrera et al. (2018) investigó el impacto de una experiencia de RV diseñada para fomentar la empatía hacia las personas sin hogar.
En Apple Vision Pro ya se ha utilizado para albergar un interactivo personalizable bot terapéutico llamado XAIA.
Investigador principal Brennan Spiegel, MD, MSHSescribió sobre el robot terapéutico: "En el Apple Vision ProGracias a esta tecnología, somos capaces de aprovechar cada píxel de esa extraordinaria resolución y todo el espectro de colores vivos para crear una forma de terapia inmersiva, atractiva y profundamente personal".
Evitar los riesgos de una inmersión excesiva
A primera vista, la perspectiva de vivir en un mundo de realidades virtuales hiperpersonalizadas puede parecer la realización definitiva de un sueño: la oportunidad de habitar por fin un universo perfectamente adaptado a nuestras necesidades y deseos individuales.
También podría ser un mundo en el que podamos vivir para siempre, guardando y cargando puntos de control mientras recorremos entornos digitales perpetuamente.
Sin embargo, si no se controla, esta última forma de autonomía tiene otra cara.
La noción de "realidad" como base estable y objetiva de la experiencia depende de un marco perceptivo y conceptual común, un conjunto de suposiciones, categorías y normas compartidas que nos permiten comunicarnos y coordinar nuestras acciones con los demás.
Si nos vemos envueltos en nuestros mundos virtuales individualizados en los que cada individuo habita su propia realidad a medida, este terreno común podría fragmentarse cada vez más.
Cuando tu mundo virtual difiere radicalmente del mío, no sólo en los detalles superficiales, sino en sus fundamentos ontológicos y epistemológicos más profundos, la comprensión mutua y la colaboración corren el riesgo de deshilacharse en los bordes.
Es un extraño reflejo de los mundos aislados e individualizados de nuestros lejanos antepasados.
A medida que la humanidad pasa más tiempo en realidades digitales aisladas, nuestros pensamientos, emociones y comportamientos pueden estar más en sintonía con su propia lógica y estructura únicas.
Entonces, ¿cómo podemos adoptar las ventajas de la RV de nueva generación sin perder de vista nuestra humanidad compartida?
La vigilancia, la concienciación y el respeto serán fundamentales. En el futuro habrá quienes prefieran vivir en mundos de realidad virtual, aumentarse a sí mismos con implantes cerebrales y cibernéticos, etcétera. También habrá quienes lo rechacen y prefieran un estilo de vida más tradicional.
Debemos respetar ambas perspectivas.
Esto significa ser conscientes de los algoritmos que median en nuestras interacciones con el mundo y buscar activamente experiencias que cuestionen nuestras suposiciones y prejuicios.
Con suerte, mantener un pie fuera del mundo virtual se convertirá en algo intuitivo.
Si no lo hace, las tecnologías comunitarias actuales pueden servir para separarnos en lugar de unirnos como el fuego de antaño.