El Presidente de los EAU, Sheikh Mohamed bin Zayed al-Nahyan, viajará el lunes a Washington para mantener una reunión histórica con el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Se trata de la primera visita presidencial de los EAU a la capital estadounidense en siete años, y la IA ocupa un lugar destacado en los debates, ya que la nación del Golfo, rica en petróleo, pretende reinventarse como potencia de la IA.
Sin embargo, el impulso de los EAU a la IA, dirigido en parte por la empresa G42, con sede en Abu Dhabi, ha levantado sospechas en Washington.
El G42, presidido por el Consejero de Seguridad Nacional de los EAU, el jeque Tahnoon bin Zayed al-Nahyan, acaba de presentar "Jais", el modelo de gran lengua árabe más avanzado del mundo.
Sin embargo, los lazos pasados de la compañía con la empresa china Huawei han sido la manzana de la discordia entre EE.UU. y EAU en los últimos meses.
Sin embargo, para los EAU, la IA no es sólo una cuestión de relevancia tecnológica. Se trata de sobrevivir económicamente en un mundo post-petróleo.
"La IA y los nuevos cambios en la computación en nube van a cambiar el aspecto del mundo", afirma Anwar Gargash, asesor diplomático del jeque Mohamed. "No podemos dejar pasar este tipo de oleadas de avances tecnológicos".
Las restricciones estadounidenses a la exportación impuestas en 2022 obstaculizaron las ambiciones de los EAU en materia de IA. El gobierno de Biden añadió a los países del Golfo a la lista de países que se enfrentan a limitaciones en la importación de chips avanzados de IA fabricados en Estados Unidos, principalmente por Nvidia, citando preocupaciones sobre fugas de tecnología a China.
Los EAU pivotan ahora hacia asociaciones tecnológicas con Estados Unidos y están dispuestos a cortar algunos lazos con China en el proceso.
La reciente inversión de 1.500 millones de euros de Microsoft en G42 es señal del creciente interés de EE.UU. por el ecosistema de IA de los Emiratos. G42 también ha anunciado una asociación con Nvidia para una iniciativa de previsión meteorológica.
Sin embargo, estos movimientos han intensificado la vigilancia legal. Los políticos republicanos han solicitado una evaluación de los servicios de inteligencia sobre el acuerdo Microsoft-G42.
En respuesta, el consejero delegado de G42, Peng Xiao, se comprometió a eliminar gradualmente la tecnología de Huawei, declarando: "Sencillamente, no podemos trabajar mucho más con socios chinos."
La próxima agenda EE.UU.-UE
Se espera que el jeque Mohamed y Biden establezcan un amplio marco para la cooperación entre EE.UU. y EAU en materia de inteligencia artificial. Las fuentes sugieren que los EAU quieren asegurarse una "hoja de ruta" antes de las próximas elecciones estadounidenses, con la esperanza de asegurar el progreso independientemente de quién ocupe la Casa Blanca en enero.
En las conversaciones también se tratarán temas acuciantes como el conflicto de Gaza, Sudán, el cambio climático y la energía limpia.
Este impulso hacia el dominio de la IA no es exclusivo de los EAU. Los países de Oriente Próximo, rebosantes de petróleo, se apresuran a crear industrias de IA competitivas. Los países del Golfo fueron los mayores compradores de chips Nvidia el año pasado.
A principios de este año, el consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, quiso llegar a acuerdos con los EAU para una descabellada estrategia de fabricación de chips de un billón de dólares.
En analista explicó en Agosto de 2023, "Los EAU quieren poseer y controlar su poder computacional y su talento, desarrollar sus plataformas y mantenerse independientes de la influencia de grandes actores como los chinos o los estadounidenses. Con el capital y los recursos energéticos de que disponen, también están atrayendo a los mejores talentos mundiales."
El ministro de AI de EAU, Omar Sultan Al Olama, reflexiona sobre los errores del pasado: "Regulamos en exceso la imprenta... Oriente Medio la prohibió durante 200 años". La región está decidida a no repetir la historia con la IA.
Mientras el jeque Mohamed expone sus argumentos en Washington, hay mucho en juego. El éxito podría impulsar a los EAU en la escena mundial de la IA, mientras que el fracaso podría dejarlos languidecer.
El resultado de las conversaciones del lunes podría determinar no sólo el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y la UE, sino también el equilibrio de poder tecnológico en Oriente Próximo y más allá.