El Tribunal de Internet de Pekín dictaminó que una imagen generada por inteligencia artificial y creada por un hombre apellidado Li estaba protegida por la legislación china sobre derechos de autor.
Li utilizó Stable Diffusion para generar una imagen de una joven asiática y luego la publicó en Xiaohongshu, una plataforma china de redes sociales similar a Instagram.
A un bloguero apellidado Liu le gustó la imagen y la utilizó en un post en otra plataforma de redes sociales llamada Baijiahao.
Li se dirigió al Tribunal de Internet de Pekín alegando que el uso de la imagen sin permiso por parte de Liu constituía una violación de sus derechos de autor. El tribunal falló a favor de Li, sentando un precedente según el cual las imágenes generadas por IA pueden estar protegidas por derechos de autor.
El tribunal explicó su fallo diciendo que Li había "realizado un cierto grado de inversión intelectual" en la creación de la imagen. Utilizar la difusión estable para crear una imagen implica ajustar la configuración, escribir un mensaje y realizar varias iteraciones hasta obtener la imagen deseada.
El tribunal consideró que este proceso representaba una aportación creativa de la persona que utilizaba la herramienta de IA y debía estar protegido por derechos de autor. La sentencia afirmaba que "siempre que una imagen generada por IA refleje la inversión intelectual original de un ser humano, debe considerarse una obra protegida por las leyes de derechos de autor".
Liu fue condenada a disculparse públicamente y a pagar a Li 500 yuanes ($70 USD) en concepto de daños y perjuicios y 50 yuanes ($7 USD) en concepto de tasas judiciales.
La multa puede parecer trivial, pero las implicaciones de la sentencia no lo son. Hará que los plagiadores se lo piensen dos veces antes de copiar obras generadas por IA, incluidos libros, audio o vídeo. Un tribunal estadounidense dictaminó a principios de año que Las imágenes generadas por IA no pueden protegerse por derechos de autor, por lo que los creativos de allí no gozan actualmente de la misma protección.
Si el arte de la IA está protegido por derechos de autor en China, se abren más oportunidades para que sus ciudadanos utilicen la IA generativa para ganar dinero. Si en Estados Unidos creas una imagen de IA de gran calidad, cualquiera puede copiarla sin tener que pagarte.
La decisión del Tribunal de Internet de Pekín es controvertida porque parece contradecir las actuales definiciones jurídicas chinas de los derechos de autor.
Según la ley china de derechos de autor, sólo se puede registrar la expresión de una idea, no la idea en sí. Podría decirse que las palabras del mensaje que Li utilizó eran una idea, no una expresión de la idea. La expresión, la imagen resultante, fue creada por Stable Diffusion, no por Li.
Habrá que dejar a los juristas la tarea de desentrañar la semántica jurídica, pero el caso plantea cuestiones interesantes. Y si los países tienen puntos de vista diferentes sobre las leyes de derechos de autor de la IA, es poco probable que se alcance un consenso global sobre los derechos de autor.