En Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), formado por 38 países miembros, entre ellos el Reino Unido, Japón, Alemania, Estados Unidos, Australia y Canadá, informa de que la IA podría amenazar 27% de puestos de trabajo en sus países miembros.
Según el informe, los puestos de trabajo altamente cualificados son los que corren mayor riesgo ante la automatización impulsada por la IA. Algunos sectores que corren un riesgo significativo de automatización requieren años de formación y experiencia, como las finanzas, la medicina y la abogacía, que tradicionalmente se consideran empleos seguros.
También son potencialmente vulnerables las profesiones altamente cualificadas, en particular las relacionadas con el Derecho, la cultura, la ciencia, la ingeniería y la empresa.
A pesar de los riesgos, la OCDE también afirmó que actualmente la IA transforma puestos de trabajo en lugar de sustituirlos por completo.
Recientemente, el Director General de Stability AI dijo los programadores quedarían probablemente obsoletos en 5 años, mientras que la IA estuvo directamente relacionada con el despido de 3.900 empleos en EE.UU. en mayo, según un informe.
La OCDE insta a tomar medidas para garantizar que la IA se utilice de forma responsable y fiable en el lugar de trabajo y en la educación. Esto incluye cursos de alfabetización en IA impartidos en escuelas y universidades.
El Grupo Russell de universidades del Reino Unido han emitido una declaración conjunta instando a una mayor alfabetización de las universidades en materia de IA.
La OCDE afirma: "El desarrollo y la adopción cada vez más rápidos de la IA implican que se necesitarán nuevas cualificaciones, mientras que otras cambiarán o quedarán obsoletas. La formación es necesaria tanto para los trabajadores poco cualificados como para los de más edad, pero también para los más cualificados. Los gobiernos deberían animar a los empresarios a proporcionar más formación, integrar las competencias en IA en la educación y apoyar la diversidad en la mano de obra de la IA."
En el informe no sólo se habla de grandes modelos lingüísticos (LLM) como ChatGPT, sino también de la visión por ordenador (CV), en la que las IA extraen y predicen características en imágenes y vídeos, una tecnología que permite utilizar vehículos sin conductor y tecnologías de automatización de la fabricación.
Los riesgos de la IA afectan más a unos que a otros
Según al informe, países como el Reino Unido, Luxemburgo, Suecia y Estados Unidos tienen la menor proporción de empleos de alto riesgo.
Por el contrario, Hungría, Eslovaquia, Polonia, la República Checa, Alemania e Italia se sitúan en el extremo superior del espectro de riesgo.
Aunque la OCDE sostiene que la adopción de la IA sigue siendo baja, indica que las economías están a punto de adoptarla rápidamente y que las transiciones serán rápidas. Además, el informe reconoce el potencial de la IA para eliminar tareas tediosas o peligrosas y dirigir a los humanos hacia tareas más atractivas y de mayor nivel.
Sin embargo, también señala que las empresas admiten abiertamente que una de las principales motivaciones para invertir en IA es mejorar la productividad de los trabajadores y reducir los costes de personal, lo que puede repercutir negativamente en los puestos de trabajo. Se trata de una situación un tanto paradójica: ¿puede la IA reducir los costes de personal sin correr el riesgo de suprimir puestos de trabajo?
El informe también advierte sobre el papel de la IA en la contratación, citando que las herramientas basadas en IA podrían perpetuar los sesgos sociodemográficos existentes en el mercado laboral.
Los autores argumentan: "Por tanto, los Principios de la IA de la OCDE instan a los actores de la IA a aplicar mecanismos y salvaguardias que garanticen la capacidad de intervención y supervisión humanas, para promover valores centrados en el ser humano y la equidad en los sistemas de IA".
Se trata de un informe exhaustivo y bien referenciado sobre el impacto de la IA en el mercado laboral y de trabajo. No cabe duda de que la IA perturbará el mercado laboral, McKinsey predijo recientemente aportará $4,4 billones anuales a la economía mundial.