El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) ha iniciado recientemente un programa piloto que utiliza IA para analizar las grabaciones de las cámaras corporales de la policía.
Mientras tanto, el Reino Unido está desplegando tecnología de reconocimiento facial para atrapar a los ladrones.
La iniciativa de la policía de Nueva York, en colaboración con la empresa tecnológica Truleo, con sede en Chicago, pretende evaluar la profesionalidad de los agentes en el trabajo.
El sitio web de crowdfunding de Truleo afirma que la misión de la empresa es "mejorar la confianza en la policía". Señalan que, a pesar del uso generalizado de las cámaras corporales, "la confianza en la policía no ha aumentado... en parte porque menos del 1% de los vídeos llegan a revisarse."
El software de Truleo procesa las grabaciones de audio de las cámaras corporales de la policía, clasificando el lenguaje de un agente en etiquetas como "insulto", "blasfemia", "amenaza" y también "explicación" o "agradecimiento".
La tecnología puntúa entonces una interacción como "profesional" o "no profesional".
Como Truleo menciona en su comunicado de prensa"Nuestra tecnología detectará automáticamente los eventos críticos... También filtrará el lenguaje de oficina tanto profesional como no profesional".
La tecnología detecta automáticamente sucesos críticos, como el uso de la fuerza, las persecuciones, los cacheos y los incidentes de incumplimiento, y detecta el lenguaje profesional y no profesional de los agentes para que el supervisor pueda elogiarlos o revisarlos".
El Presidente de la PBA, Patrick Hendry, expresó sus reservas sobre la privacidad de los agentes, declarando: "El departamento debe discutir este programa piloto con nosotros antes de ponerlo en marcha, porque tenemos serias dudas sobre su impacto en la privacidad de nuestros miembros y la imparcialidad del proceso disciplinario."
Se supone que la tecnología de Truleo separa las acciones de los agentes y las identidades de los ciudadanos. Se trata de una interesante pero controvertida inversión de la tecnología de IA para responsabilizar a las fuerzas del orden y no al público.
El Reino Unido intensifica el uso público del reconocimiento facial
Las tecnologías de reconocimiento facial se están abriendo camino en diversos aspectos de la sociedad cotidiana.
En el Reino Unido, funcionarios del Ministerio del Interior animaron a los reguladores independientes de la privacidad a promover la implantación de la tecnología de reconocimiento facial en los comercios.
Desde entonces, la Policía Metropolitana británica ha puesto en marcha un proyecto piloto para hacer frente a los robos desenfrenados en tiendas de Londres, comparando imágenes de CCTV con fotos de delincuentes conocidos.
El mes pasado, analizando imágenes de 12 comercios de Londres, la Policía Metropolitana identificó a 149 sospechosos conocidos en cuestión de días.
La tecnología, inicialmente proporcionada por la empresa privada Facewatch, ha sido objeto de críticas por su potencial para vulnerar los derechos humanos y su supuesto sesgo contra las personas de piel más oscura.
Mark Johnson de Observatorio Gran Hermano, expresó su preocupación por la privacidad, argumentando: "Los ministros del Gobierno deben esforzarse por proteger los derechos humanos, no arrimar el hombro a empresas privadas cuyos productos suponen graves amenazas para las libertades civiles en el Reino Unido".
El fundador de Facewatch, Simon Gordon, defendió la tecnología diciendo: "Proporcionamos a cada negocio individual un servicio que reducirá la delincuencia en sus tiendas y hará que su personal esté más seguro... Lo único que esto hace es utilizar una nueva tecnología para detenerla."
El reconocimiento facial mediante inteligencia artificial se está centrando en las acciones tanto de los delincuentes como de las fuerzas de seguridad. Aunque existen posibilidades de mejorar la seguridad y la supervisión, la privacidad y los derechos civiles siguen preocupando a ambos lados del Atlántico.