A partir del 3 de septiembre, el área metropolitana de Manchester (Reino Unido) se convertirá en la última región en desplegar cámaras de inteligencia artificial para detectar automáticamente a los conductores que utilizan el teléfono móvil o no llevan puesto el cinturón de seguridad.
Las cámaras "Heads Up", desarrolladas por la empresa australiana Acusensus, utilizan algoritmos de aprendizaje automático para analizar las imágenes de los vehículos que pasan.
El objetivo es identificar las infracciones al volante a una escala y con una precisión que no serían posibles sin la automatización de la IA.
Transport for Greater Manchester (TfGM) confía en que el proyecto ayude a reducir las prácticas de conducción peligrosas que contribuyen a las colisiones.
"En el Gran Manchester, sabemos que las distracciones y no llevar puesto el cinturón de seguridad son factores clave en una serie de colisiones de tráfico que se han saldado con víctimas mortales o heridos graves", declaró Peter Boulton, director de la red de carreteras de TfGM.
Boulton prosiguió: "Al utilizar esta tecnología punta proporcionada por Acusensus, esperamos comprender mejor cuántos conductores infringen la ley de esta manera, al tiempo que contribuimos a reducir estas prácticas de conducción peligrosas y a hacer que nuestras carreteras sean más seguras para todos."
El ensayo forma parte de una asociación más amplia entre Acusensus y la Agencia Nacional de Carreteras del Reino Unido.
Además del Gran Manchester, las cámaras de IA se desplegarán en otras nueve regiones: Durham, Humberside, Staffordshire, West Mercia, Northamptonshire, Wiltshire, Norfolk, Thames Valley y Sussex.
El despliegue de más cámaras con IA no sólo ayudará a la policía a detectar y sancionar a los conductores problemáticos - también podría ser una fuente de ingresos para el gobierno. Más entradas significa más dinero en las arcas públicas.
Cómo funcionan las cámaras
El sistema Acusensus capta dos imágenes de cada vehículo que pasa: una toma de ángulo poco profundo para comprobar el cumplimiento de los cinturones de seguridad y el uso del teléfono, y otra de ángulo más amplio para detectar otros comportamientos de riesgo, como el envío de mensajes de texto.
A continuación, el software de IA analiza las imágenes para identificar posibles infracciones que se marcan para su revisión humana antes de que se emitan las sanciones.
El conductor recibe una advertencia o una multa si el control humano confirma una infracción. Si no se encuentra ninguna infracción, Acusensus dice que la imagen se elimina inmediatamente.
Pruebas piloto anteriores han demostrado la eficacia de estos sistemas de cámaras. El año pasado, en Devon y Cornualles, un Sistema de cámara con inteligencia artificial 117 casos de uso del teléfono móvil y 180 infracciones del cinturón de seguridad en sólo 72 horas.
Aunque los objetivos de reducir las distracciones al volante y aumentar el uso del cinturón de seguridad son encomiables, la creciente adopción en el Reino Unido de tecnología de vigilancia por IA está generando una reacción violenta contra la privacidad.
A los grupos defensores de la privacidad les preocupan los posibles errores de identificación, los prejuicios y el uso indebido de los datos recopilados. Los riesgos no son meramente académicos; ya se han puesto de manifiesto en el pasado. Fallos policiales de la IA.
En Estados Unidos, en particular, hay varios ejemplos de personas acusadas erróneamente por sistemas policiales automatizados, a veces incluso con penas de cárcel temporales.
No hace mucho, las estaciones de tren del Reino Unido cámaras de IA desplegadas capaz de detectar delitos, género e incluso emociones.
"El despliegue y la normalización de la vigilancia por IA en estos espacios públicos, sin demasiadas consultas ni conversaciones, es un paso bastante preocupante", declaró Jake Hurfurt, responsable de investigación del grupo británico de defensa de las libertades civiles Big Brother Watch, en respuesta a ese proyecto.
La policía británica también ha intensificado el uso del reconocimiento facial para buscar personas buscadas entre la multitud, lo que condujo a numerosas detenciones el año pasado.
Los recientes disturbios y revueltas en todo el país han reforzado el uso de estas tecnologías en periodos de desorden público.
Lo preocupante es si esto acabará aquí. ¿O la vigilancia que detecta las emociones se convertirá en parte de la vida moderna?
Big Brother Watch sostiene que el reconocimiento facial en directo ya está fuera de control.
⚠️Met La policía ha aumentado en 1.000% el fisgoneo en directo por reconocimiento facial y sigue expandiéndose
Mientras tanto, las tiendas escanean los rostros de los compradores colocando estas cámaras en los portales
Debemos poner fin urgentemente a esta tecnología intrusiva
➡️https://t.co/KIFHRGsqVL pic.twitter.com/Gv29Pl7BdF
- Gran Hermano Watch (@BigBrotherWatch) 1 de septiembre de 2024
A medida que la vigilancia impulsada por la IA se convierte en una nueva norma, será excepcionalmente difícil encontrar el equilibrio adecuado entre los beneficios para la seguridad pública y los riesgos para la privacidad y las libertades civiles.
No es nada cómodo que las cámaras de inteligencia artificial se metan en la vida de la gente. Pero tampoco lo es compartir la carretera con personas que juegan con sus teléfonos al volante.
Si el sistema de IA puede salvar vidas de forma demostrable, eso podría disuadir a los escépticos. Sin embargo, las autoridades tendrán que demostrar la eficacia de la tecnología y garantizar unas medidas de protección de datos sólidas como una roca.
Por supuesto, el público también debe saber exactamente cómo se recogen, utilizan y protegen sus datos.
El problema es que, a medida que estos sistemas se generalizan, también se hacen más difíciles de controlar. Y una mala supervisión puede tener consecuencias nefastas.