El lunes, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución patrocinada por China en la que se pide a los países más ricos que ayuden a las naciones en desarrollo a beneficiarse de la IA.
La resolución no vinculante, titulada "Potenciar la cooperación internacional en el desarrollo de capacidades de inteligencia artificial"fue presentado por el representante permanente de China ante la ONU, Fu Cong.
Fu afirmó que, aunque las tecnologías de la IA han tenido un profundo impacto en el desarrollo socioeconómico de algunos países, los países en desarrollo no han podido acceder plenamente a ellas ni beneficiarse de ellas.
A medida que aumenta la brecha digital en el mundo, la resolución subraya "la necesidad y la urgencia de reducir las disparidades y ayudar a los países en desarrollo en la creación de capacidades de inteligencia artificial para que no se queden aún más rezagados".
La resolución sigue a la adopción de la primera resolución mundial sobre IA en marzo, que fue propuesto por EE.UU. y apoyado por China.
El proyecto anterior se centraba en la seguridad de la IA y los derechos humanos, mientras que Fu afirma que el proyecto chino "se centra más en la creación de capacidades".
La resolución pide a los países desarrollados "que aumenten la cooperación para el desarrollo de capacidades, incluidos los intercambios de políticas, las actividades de intercambio de conocimientos y la transferencia de tecnología".
Aunque Estados Unidos votó a favor de la resolución, China no cree que esté actuando conforme al espíritu de la ley.
Haz lo que dices
Estados Unidos ha puesto en marcha varias medidas para frenar las aspiraciones chinas en materia de IA. El pasado agosto Orden ejecutiva de Biden restringió a empresas y particulares estadounidenses la inversión en inteligencia artificial, chips informáticos y computación cuántica.
EE.UU. también ha prohibió a empresas como NVIDIA de suministrar chips avanzados de inteligencia artificial a empresas chinas. A China no se le escapa la ironía geopolítica de que la mayoría de estos chips se fabriquen en Taiwán.
El Embajador Fu pidió a EE.UU. que actuara en consonancia con la resolución que apoyaron levantando estas sanciones.
Fu declaró: "Nos oponemos firmemente a estas sanciones... Si la gente es fiel al contenido de esta resolución, dice que es importante fomentar [un] entorno empresarial inclusivo. No creemos que las acciones de EE.UU. ... [vayan] en esa línea".
La democratización de la IA y sus beneficios parece una gran idea, pero es una idea que tiene que competir con intereses económicos internos y desafíos geopolíticos.
Mientras los Estados de EE.UU. y la UE entablan litigios anticompetencia contra las grandes empresas tecnológicas, también intentan mantener su hegemonía en IA.
Es comprensible que empresas con ánimo de lucro como Google y la mal llamada OpenAI quieran conservar y sacar provecho de su propiedad intelectual.
Pero la nueva resolución pide a los países que consideren los "beneficios positivos del software de código abierto, los modelos abiertos y los datos abiertos, entre otros métodos y modelos de negocio, a la hora de difundir los beneficios de la inteligencia artificial".
¿Es probable que los partidarios de esta resolución sean capaces de trascender la política y los intereses comerciales para resolver los problemas del mundo en desarrollo, como la pobreza?
¿O el desarrollo acelerado de la inteligencia artificial seguirá ampliando la brecha entre los que tienen y los que no tienen?