El Departamento de Policía de Nampa, en Idaho, va a implantar la IA para desbloquear teléfonos móviles y navegar por los datos personales.
Esto se produce después de que el Ayuntamiento de Nampa aprobara la adquisición de tecnología forense digital avanzada a Cellebrite, empresa israelí conocida por sus herramientas de extracción de datos de móviles para cuerpos de seguridad y organismos gubernamentales.
El nuevo software ayudará a "filtrar la información, a organizarla de forma más eficiente a medida que se descarga, de modo que el agente que la examina pueda hacerlo con mayor eficacia", declaró al Idaho Statesman el capitán Eric Skoglund, de la Policía de Nampa.
Destacó la capacidad del software para clasificar la información en función de los requisitos, lo que reduce el tiempo dedicado a revisar todo el teléfono.
Sin embargo, Skoglund explicó que se respetan los límites legales, afirmando: "El departamento sigue teniendo que contar con una orden de registro de un juez o con el consentimiento del propietario del teléfono".
La ansiedad en torno al uso de la IA por parte de la policía ha aumentado tras la amplia publicidad que ha recibido la tecnología de reconocimiento facialque ha dado lugar a encarcelamientos injustos.
Los esfuerzos policiales predictivos han fracasado repetidamente, dejando un rastro de prejuicios y discriminación a su paso. El uso de herramientas de IA para escanear teléfonos a distancia podría ser una nueva frontera.
Leah Lazarz, de Cellebrite, aclaró que sus operaciones se llevan a cabo de forma "legal" y "ética".
Cellebrite ofrece una amplia gama de herramientas tanto para el sector público como para las empresas. Sus tecnologías permiten a los clientes acceder a dispositivos de forma remota, tanto en escenarios policiales como para investigaciones corporativas.
Lazarz mencionó además: "Permitimos a nuestras fuerzas de seguridad recopilar y revisar, analizar y gestionar datos de forma lícita y auditable -cuando son citados por un juez tras la comisión de un delito- y les proporcionamos soluciones para hacerlo de forma ética, protegiendo al mismo tiempo la privacidad."
Sin embargo, un informe anterior de TechCrunch reveló en agosto que un empleado de Cellebrite había aconsejado a los alumnos de las fuerzas de seguridad que mantuvieran el uso de su tecnología para resolver delitos "lo más secreto posible", lo que provocó debates entre abogados penalistas y grupos de defensa de los derechos digitales.
"Realmente no queremos que se filtre ninguna técnica en los tribunales a través de prácticas de divulgación, o ya sabes, en última instancia, en el testimonio, cuando estás sentado en el estrado, presentando todas estas pruebas y discutiendo cómo entraste en el teléfono", dijo un empleado anónimo de Cellebrite.
Skoglund se mostró cómodo hablando de las aplicaciones de la tecnología, pero prefirió no revelar detalles para proteger las licencias de Cellebrite.
También comparó el registro a distancia de un teléfono con el de un vehículo o una residencia en lo que respecta a la legalidad.
Aunque estas tecnologías anuncian su legalidad sobre el papel, no siempre es así una vez desplegadas en escenarios reales.