Los últimos Pixel 8 y Pixel 8 Pro de Google llevan la sofisticada edición de imágenes impulsada por IA a la palma de tu mano.
Una característica destacada es la capacidad de refinar las expresiones faciales en las fotos y eliminar y editar rasgos de las fotos de forma inteligente, algo que Google lleva tiempo impulsando.
La IA de Google identifica las fotos de grupo imperfectas y aprovecha el aprendizaje automático para mezclar las expresiones faciales de las imágenes contenidas en el rollo de la cámara, creando lo que han denominado la "Mejor Toma".
So, si parpadeas o giras la cabeza mientras se hace la foto, Google sobredoblará automáticamente tu cara utilizando una foto anterior.
La función Magic Editor de Google utiliza el aprendizaje profundo para permitir a los usuarios modificar elementos de las fotos. En lugar de dejar huecos evidentes donde se eliminan los elementos, la IA rellena de forma inteligente las zonas alteradas, fusionándolas a la perfección con el entorno.
Parte de la magia de la fotografía consiste en capturar momentos encerrados en el tiempo, algo que estas funciones impulsadas por la IA ponen en entredicho. Los críticos han calificado estas funciones de "asquerosas" (The Verge) y "espeluznantes" (Tech Radar), lo que pone de manifiesto la incomodidad que supone el potencial de la IA para remodelar la verdad fotográfica.
Sin embargo, la edición fotográfica no es un concepto nuevo: la IA simplemente está democratizando esta habilidad y convirtiéndola en un paquete de fácil acceso.
Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo. Andrew Pearsall, fotógrafo experimentado, expresó su preocupación: "Una simple manipulación, incluso por razones estéticas, puede llevarnos por un camino oscuro."
Instó a profesionales y aficionados por igual a actuar con cautela, y subrayó: "Hay que tener mucho cuidado con '¿Cuándo te pasas de la raya? Es bastante preocupante que ahora puedas hacer una foto y eliminar algo al instante en tu teléfono. Creo que nos estamos adentrando en una especie de mundo falso".
El "mundo de las falsificaciones" al que se refiere Pearsall está plagado de falsificaciones peligrosas que van desde imágenes benignas del Papa con un chubasquero hasta imágenes del Papa con una chaqueta de lana. falsificaciones amenazadoras de políticos y horribles imágenes sexualizadas de chicas menores de edad.
Todos estos ejemplos tienen al menos una cosa en común: el proceso de edición está impulsado por la IA y es extremadamente sencillo de ejecutar.
La IA baja el listón de la desinformación y algunos opinan que las nuevas funciones de edición de fotos de Google juegan justo a favor de esta preocupante tendencia.
Isaac Reynolds, de Google, piensa de otro modo y afirma que "funciones como Best Take no "falsifican" nada". Explica que estas herramientas crean una "representación de un momento", fusionando momentos distintos pero genuinos.
La tecnología ya está firmemente integrada en la fotografía moderna; como describe el profesor Rafal Mantiuk, de la Universidad de Cambridge: "La gente no quiere captar la realidad... Quiere captar imágenes bellas".
A medida que lo falso y lo real se entremezclan, la pregunta persiste: ¿Qué es realmente una fotografía auténtica? O un trabajo creativo auténtico de cualquier tipo.