Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) han empezado a integrar la IA en las operaciones militares mediante la recopilación de información sobre el campo de batalla, la selección de objetivos para ataques aéreos y la planificación de operaciones logísticas.
Funcionarios de las IDF confirmaron que están utilizando un sistema de recomendación de inteligencia artificial capaz de analizar enormes cantidades de datos para seleccionar los objetivos de los ataques aéreos.
Las incursiones se orquestan mediante otro modelo de IA, denominado "Fire Factory", que utiliza datos sobre objetivos militares para determinar las cargas de munición, clasificar los objetivos de los drones y sugerir programas de ataque.
Según un oficial de las IDF, cada objetivo y cada plan de ataque aéreo se somete a una revisión exhaustiva por parte de operadores humanos. Sin embargo, por ahora, la tecnología no se rige por ninguna normativa internacional o estatal.
Sus partidarios sostienen que el sistema de IA podría ayudar a los militares a reducir el número de bajas.
Por otro lado, Tal Mimran, profesor de Derecho Internacional en la Universidad Hebrea de Jerusalén y antiguo asesor jurídico del ejército, afirmó: "Si hay un error en el cálculo del IA, y si el IA no es explicable, ¿a quién culpamos del error? Puedes acabar con toda una familia basándote en un error".
La IA en la guerra moderna: ¿una pendiente resbaladiza?
Los detalles sobre el uso práctico de la IA en las operaciones de las IDF siguen siendo en gran medida confidenciales.
No obstante, Bloomberg escuchó que las Fuerzas de Defensa de Israel habían adquirido una importante inteligencia sobre el campo de batalla a través de la IA, incluso en la Franja de Gaza. Allí, Israel realiza regularmente ataques aéreos en respuesta a ataques con cohetes.
Durante los 11 días de conflicto en Gaza en 2021, el Las FDI declararon el acontecimiento como la primera "guerra de IA" del mundo, en referencia al uso de la IA para detectar plataformas de lanzamiento de cohetes y desplegar enjambres de drones.
Israel también lleva a cabo incursiones en Siria y Líbano contra cargamentos de armas destinados a milicias respaldadas por Irán, como Hezbolá.
Estos son los tipos de estrategias que apoyan las IAs como la Fábrica de Fuego.
El coronel Uri, jefe de la unidad de transformación digital del ejército, señaló: "Lo que antes llevaba horas ahora lleva minutos, con algunos minutos más para la revisión humana. Con el mismo número de personas, hacemos mucho más".
Las Fuerzas de Defensa de Israel se han situado a la vanguardia mundial en armamento autónomo. Los contratistas de defensa israelíes construyeron algunos de estos sistemas, mientras que el ejército desarrolló otros, como las cámaras de control fronterizo StarTrack.
La pregunta es: ¿dónde acaba esto? ¿Qué ocurrirá cuando los sistemas robóticos sean capaces de funcionar de forma autónoma?
Los analistas ya han descrito el uso de la IA en el campo de batalla como uno de los más riesgos inminentes y acuciantes.
Catherine Connolly, investigadora de decisiones automatizadas en Detener a los robots asesinos, advirtió: "Es sólo un cambio de software que podría hacer que pasaran de ser semiautónomos a ser completamente autónomos".
Merece la pena destacar que no sólo Israel utiliza armamento asistido por IA. "Podemos suponer que los estadounidenses e incluso los chinos y tal vez varios otros países también tienen sistemas avanzados en esos campos", declaró Liran Antebi, investigador principal del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, con sede en Israel.
Sin embargo, a diferencia de Israel, "nunca han demostrado, que yo sepa, su uso operativo y su éxito".
En la actualidad, no existe ningún marco internacional que establezca qué ocurre cuando los dispositivos de guerra de IA se estropean, pudiendo incluso provocar errores fatales.
Como señaló Connolly, de Stop Killer Robots, "¿cómo de preciso y exacto puedes saber que va a ser un sistema a menos que ya haya sido entrenado y probado con personas?".
Mimran argumentó que las IDF deberían utilizar la IA exclusivamente con fines defensivos, afirmando que, independientemente de la tecnología, "hay un punto en el que es necesario tomar una decisión basada en valores... Y para eso, no podemos confiar en la IA".
El uso de la IA en la guerra es sugerente, pero no por las razones correctas. Los investigadores especulan con que la IA avanzada puede desobedecer las órdenes humanas y establecer "objetivos emergentes" con resultados impredecibles.