Más de 1.300 expertos de diversos campos han expresado recientemente su convencimiento de que la IA es una "fuerza para el bien, no una amenaza para la humanidad".
Esto se compartió en un carta abierta presentado por el BCS británico, el Chartered Institute for IT, como contraargumento a los crecientes temores de una "catástrofe de la IA".
Rashik Parmar, director ejecutivo de BCS, declaró que esta carta demuestra el rechazo de la comunidad tecnológica británica al "escenario de pesadilla de los malvados señores robots".
Esta declaración se produce tras varias críticas de alto nivel a la IAentre las que se incluye una carta abierta creada por el Centro para la Seguridad de la IA (CAIS), que dice"Mitigar el riesgo de extinción por la IA debería ser una prioridad mundial junto a otros riesgos a escala social como las pandemias y la guerra nuclear".
La BCS y sus firmantes arrojan un sentimiento positivo sobre la IA, al tiempo que reconocen la necesidad de una normativa. Uno de los firmantes, Richard Carter, fundador de una startup de ciberseguridad de IA, tachó de irrealistas y descabelladas las funestas advertencias sobre la IA.
Aunque los debates en torno a la IA han tomado un cariz más bien sombrío, muchos creen que los riesgos son muy exagerados, entre ellos uno de los "padrinos de la IA", Yann LeCun.
Hay mucho optimismo cauto en torno a la IA
La carta de la BCS ha sido firmada por personas de muy diversos ámbitos: empresas, universidades, organismos públicos y grupos de reflexión.
Aunque ninguno de los firmantes es tan conocido como Elon Musk o el CEO de OpenAI, Sam Altman, han escrito el nombre en apoyo del potencial positivo de la IA.
Hema Purohit, responsable de salud digital y asistencia social de BCS, destacó los beneficios de la IA en la atención sanitaria. Mencionó el potencial de la IA para detectar signos de enfermedades graves, como el cáncer. enfermedad cardiacaacelerando el pruebas de nuevos medicamentose incluso ayudar a los hombres con bajo recuento de espermatozoides en engendrar hijos biológicos.
Además, otra de las firmantes, Sarah Burnett, señaló las ventajas de la IA para la agricultura. Mencionó los robots que utilizan la IA para polinizar las plantas y los que pueden identificar las malas hierbas y eliminarlas, reduciendo la necesidad del uso generalizado de herbicidas.
A pesar del optimismo, la BCS reconoce que algunos problemas relacionados con la IA son inminentes o ya existen. Por ejemplo, incluso en esta fase inicial, la IA está relacionada con despidos laborales. Otro informe prevé que la IA sustituirá unos 300 millones de puestos de trabajo.
Sin embargo, Richard Carter cree que la IA mejorará la productividad en lugar de sustituir a los humanos. Compara la IA con un "niño de 12 años con muchos conocimientos y muy excitable" e insiste en la participación humana en el lugar de trabajo para la rendición de cuentas.
La IA se ha convertido rápidamente en un tema divisivo, pero los avances médicos, agrícolas y científicos apoyados por la IA ofrecen optimismo.
Si la humanidad puede dirigir la IA hacia estos casos de uso positivos, sus efectos transformadores bien podrían ocultar los riesgos.