El Consejero Delegado de OpenAI, Sam Altman, visitó Japón el lunes, donde habló en la Universidad Keio de Tokio.
Altman, que está a punto de finalizar una extensa gira por Asia, se mostró optimista sobre la cooperación mundial en materia de IA, un tema que ha caracterizado muchas de sus últimas conversaciones.
Él dijo a los estudiantesLlegué al viaje... escéptico de que fuera posible a corto plazo conseguir una cooperación mundial para reducir el riesgo existencial, pero ahora termino el viaje sintiéndome bastante optimista de que podamos conseguirlo".
En abril, Altman visitó Japón, donde se reunió con el Primer Ministro, Fumio Kishida, y exploró la idea de establecer una oficina allí. Reflexionando sobre sus conversaciones, Altman dijo: "Todas las conversaciones han progresado bastante bien".
Sam Altman sobre la educación
Durante su conversación con los estudiantes en Tokio, Altman estableció paralelismos entre el revolucionario impacto de las herramientas de IA en la educación y el de las calculadoras.
Sin embargo, insistió en que la IA no sustituiría al aprendizaje. Probablemente, las redacciones nunca volverán a ser lo mismo", afirma, y añade: "Tenemos una nueva herramienta en la educación. Algo así como una calculadora de palabras. Y la forma en que enseñamos a la gente va a tener que cambiar y la forma en que evaluamos a los estudiantes va a tener que cambiar".
En el sector educativo, se teme que los estudiantes hagan un mal uso de ChatGPT y que se reduzca la originalidad académica, lo que podría conducir al debilitamiento, término utilizado para describir el declive cognitivo y físico de la humanidad a manos de la IA.
Es un tema destacado en Japón, donde varias universidades prohibieron el ChatGPT, entre ellas la Universidad Sophia de Tokio, que publicó esta declaración:
"El uso de texto, código fuente del programa, resultados de cálculos generados por ChatGPT y otros chatbots de IA no está permitido en ninguna tarea como trabajos de reacción, informes, ensayos y tesis, ya que no son creados por el propio estudiante."
Altman destacó que lo mejor (o lo peor) está aún por llegar: "Las herramientas que tenemos son aún extremadamente primitivas en relación con las que vamos a tener dentro de un par de años".
Dijo de OpenAI: "Nos sentiremos superresponsables, no importa que salga mal", e hizo una descarada predicción de que, en los próximos años, la humanidad se desarrollaría "tanto como en los últimos 500 (años)", añadiendo: "Eso es bastante emocionante."
En cuanto a la sustitución de puestos de trabajo por la IA, Altman se mostró tranquilizador: "No creo que vaya a tener el impacto en el empleo que la gente espera". Sugirió que surgirán "nuevas clases de empleos".
¿La próxima parada de Altman? Singapur, Indonesia, Australia y luego a casa.